Haciendo amigos en la noche de Las Vegas (o como buscar una excusa para hacerse fotos con gente simpática)
Hola amigos, amigas y ese del fondo que nunca dice nada…
Si… lo sé, casi un mes sin blogear. Pero como me prometí a mi mismo y a mi ego que no colgaría nada del blog hasta tener cámara de fotos… bueno, sigo sin cámara de fotos, pero tengo amig@s que si que tienen. Así que como ya tengo una buena colección de fotos y algunas historias dicharacheras que contar…. ¡pues vamos allá!
A lo largo de estos días de meditación trascendental sobre como NO dejar marcas en el cuello de las adolescentes mas destacadas… errrr quiero decir, como DESCUBRIR si alguien ha marcado a una adolescente… hmmm me refiero a que, como profesor, debo vigilar que mis adolescentes tienen un comportamiento sexual consentido…. hrrrrr creo que cada vez lo estoy empeorando…. mejor olvidar todo lo dicho. Sólo divagaba sobre el taoísmo y los tacos en «El Pollo Loco», que se ha convertido en mi «fast food» preferido a este lado del río Pecos.
Bueno, la cuestión es que durante los fines de semana me pego unas escapadas al desierto con los amigos. Por cierto, el otro dia estuvo lloviendo de lo lindo… con el arco iris más precioso e intenso que mi daltonismo a presenciado desde que decidí no dedicarme a la ópera. ¡Es muy post-moderno ver llover en el desierto!
Aqui vienen unas fotos de mi viaje en un coche de Detroit al «Valley of Fire». Entenderéis el por qué del nombre de este National Park por los colores de las fotos…
La camara no llega a captar la intensidad de los colores que hasta yo (a veces) distingo. ¡Y todavía no habíamos llegado al parque! La siguiente foto es sólo una muestra de la belleza y la absoluta tranquilidad que reina en esta parte del desierto…
Por cierto, si os fijáis aparecen las orejas de un coyote escondido detrás de la tercera piedra en noveno término, junto a una roca enorme a la vera de la montaña… parece que intenta mover la roca…
Bueno, y ante tal paisaje a uno le sale el explorador intrépido y viril que lleva dentro. Así que me puse manos a la obra, a explorar y a buscar algún tesoro por descubrir…
Es duro ser explorador… sediento, sintiendo mi masculididad en ebullición como el isótopo deuterio en una caldereta de la abuela de Paco… pensando sólo en lo bién que me vendría un puesto de Mahou ambulante con unos pinchitos de tortilla y unas raciones de oreja de cerdo en salsa brava…
Así estuve durante… bffff, durante lo meeeeeeenos… un par de minutos. Explorando, divisando el horizonte. Preguntándome… cosas y pensando en… cerveza y en las tanga-girls.
Fue en ese preciso momento cuando me acordé de… BestBuy, CircuitCity… y de los GPS que no compré.
Finalmente… ¡descubrí algo inverosímil! ¡Un representante noruego de Mahou, marchante en los desiertos de Nevada!Pero insistía en no hacer publicidad ante desconocidos, así que me ofreció la cerveza al estilo de Detroit en una bolsa de papel…
¡Estaba salvado! De esta manera decidí entonces irme con el vendedor y mi fotógrafa a conocer la noche de Las Vegas. Ya había caminado demasiado en la aridez del desierto. Soy muy viril, lo sé, pero ¡no tanto! por cierto, aqui traté de sorprender a mi fotógrafa contándole porqué en el Mediterráneo no miramos a las mujeres…
Después de molestar un rato a mi fotógrafa personal en Las Vegas opté por cambiar de tercio… así que decimos irnos con el vendedor ambulante noruego de Mahou. Y descubrimos algo que ocurre el primer viernes de cada mes en el Downtown de Las Vegas. Se llama «First Friday» Nombre curioso, ¡pardiez! Podían haberle llamado «Glutamato Yeyé» o «pandereta vigésima»…
Aqui aparecemos en plena noche los dos junto a un representante ambulante de Micro$oft que insistió en hacerse unas fotos con nosotros… que tipos tan interesantes se encuentra uno por la noche…
Pero la noche era larga… y Dave (que así se llama el amigo vendedor de Mahou) resulta que no es noruego, sino de Detroit, e insistió en que probará su mercanciá en bolsas de papel.
Finalmente, la noche en Sin City acaba pasándo factura y uno… y así acabé tirado y fotografiado en los lugares más inóspitos del Downtown cantando «Amo a Laura»…
Y glup, glup, glup… (que no me vea nadie de Valley High School)…
Este es el destino de los Profesores Visitantes en Las Vegas: alcoholizados, hundidos, pensando en lo que fueron y en lo que molan los bingos en España..¡ah, si Fernando Esteso estuviera aqui!
Bueno, pues esto ha sido todo por hoy! Ahora a terminar de corregir los «warm-ups» de mis alumn@s y a cenar… ¡hasta la próxima!
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