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El solsticio de verano

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Puesta de Sol en la Bahía de Monterrey, California
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Luna llena y solsticio de verano coinciden tras sesenta y ocho años

Esta madrugada a las 00.34 horas (hora peninsular española) comienza el verano de 2016, en una noche de Luna llena. El solsticio de verano de 2016 comienza el martes 21 de junio, el día más largo del año, con más horas de Sol. Hace sesenta y ocho años que no coinciden la Luna llena con el solsticio de verano, concretamente desde 1948.

Puesta de Sol en la Bahía de Monterrey, California
Puesta de Sol en la Bahía de Monterrey, California.

Algunos apuntes para entender el solsticio de verano

Cada año tenemos dos solsticios (de invierno y de verano) y dos equinoccios (de primavera y de otoño). Solsticio es una palabra derivada del latín que significa «Sol quieto», porque su trayectoria por la bóveda celeste parece detenerse durante tres días. Recordad que la bóveda celeste gira alrededor nuestro una vez cada 24 horas, pero el Sol, la Luna y los planetas también se mueven respecto del «fondo (aparentemente) inmóvil» de estrellas que forman la esfera celeste. Por otro lado, durante el equinoccio (que significa «igual noche») el día y la noche tienen la misma duración.

En el solsticio de verano, en el hemisferio norte el Sol alcanza su máxima declinación Norte (+23º 27′), que significa que durante tres días, nuestro astro alcanza su altura máxima al mediodía, a las 12:00 horas Greenwich sin considerar el cambio horario de verano; o sea, las 14:00 de la España peninsular en verano.

El día del solsticio de verano es el más largo del año, con más horas de luz diurna. Como el Sol alcanza su máxima altura al mediodía, está más tiempo por encima del horizonte, saliendo por levante más pronto y ocultándose en poniente más tarde.

Solsticios y equinoccios en el hemisferio norte
Solsticios y equinoccios en el hemisferio norte

Tanto el trópico de Cáncer (paralelo situado a una latitud de 23º 26′ al norte del ecuador) como el trópico de Capricornio (paralelo situado, actualmente, a una latitud de 23º 26′) están relacionados con los solsticios. En el Trópico de Cáncer, durante el solsticio de junio, el Sol lo tenemos al mediodía en el cénit, situándose exactamente en nuestra vertical y justo en ese momento ningún objeto hace sombra. Eso mismo ocurre en el trópico de Capricornio, pero durante el solsticio de diciembre. Este hecho le sirvió a Eratóstenes para demostrar que la Tierra es redonda y calcular su tamaño, equivocándose en sólo un 10%, hace más de dos mil años.

Durante el solsticio de junio, la órbita terrestre alcanza el afelio, es decir, el lugar de la órbita donde la Tierra y el Sol están más alejados entre sí. Este mayor alejamiento con el Sol en junio es la causa de que la Tierra se mueva más lentamente a lo largo de su órbita durante el verano, como dicta la segunda ley de Kepler: cuando más se aleja un planeta del Sol su velocidad se reduce, siendo máxima en el punto más cercano al Sol (llamado perihelio). Por lo tanto la duración del verano es mayor que el resto de estaciones: 93 días y 15 horas. En 2016 el verano terminará el 22 de septiembre.

En el hemisferio sur se invierten las cosas: en el solsticio de diciembre, la noche es la más larga del año y el sol alcanza su mínima declinación (-23º 27′). Obviamente, llegamos al afelio de la órbita terrestre tanto en el hemisferio norte como en el sur.

En este verano de 2016 tendremos cuatro Lunas llenas, contando con la del solsticio de junio: 20 de julio, 18 de agosto y 16 de septiembre. La lluvia de estrellas de las Perseidas llega el 12 de agosto y su observación se verá dificultada en la primera parte de la noche por la fase posterior al cuarto creciente de nuestra Luna. Por cierto, las fases lunares se presentan de manera diferente en los hemisferios septentrional y meridional: en el hemisferio norte la luna crece de derecha a izquierda, en el sur al revés, de izquierda a derecha. Curioso y bonito ¿verdad?

Para concluir, un último apunte respecto a la luna. En verano, el Sol aparece más alto en el horizonte, pero la luna lo hace contrariamente, alcanzando menos altura que en invierno. Es por ello que en verano hay menos horas para disfrutar de la luna por la noche. Pensad en ello ¿por qué ocurre esto? Os lo explicaré en mi próxima entrada.

Disfrutad de esta luna, no ha habido otra igual en sesenta y ocho años 😀 Que disfrutéis del verano y de unas merecidas vacaciones.

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© Física en Serie por Héctor Caraballo Bautista se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.